miércoles, 11 de mayo de 2011


SIDA VS. CÁNCER EN LA SEGUNDA VUELTA
Votar en blanco o viciado es la solución?

El Premio Nóbel MARIO VARGAS LLOSA dijo en una oportunidad esta frase que grafica para muchos la desolación total para los próximos años, en que alguno de ellos gobierne nuestro país. En mi anterior artículo a manera de broma, describía mi desconformidad con los resultados de la PRIMERA VUELTA. No soy de derecha mis queridos extremistas, pero considero que los gobiernos populistas no terminan nunca bien, generando vacíos de desgobierno que a la larga les queda chico el presupuesto para quedar bien con todos. SE ACUERDAN EN QUÉ TERMINÓ EL PRIMER GOBIERNO DEL CABALLO LOCO?

Estoy muy seguro que ninguno de los postulantes a la      presidencia   atentarán contra la democracia y serán autoritarios en los primeros años de su gobierno. Verán como se desenvuelven los factores financieros y dentro del estado verán recién como marcha la cosa. Si no les parece bien, comenzarán a poner parches y medidas para facilitar sus metas. Con el paso de los meses esa metamorfosis que se ha iniciado en la campaña por la segunda vuelta irá tomando forma hasta el objetivo trazado. No sabemos si cerrando el congreso o por medio de referendums u otro ardid, o quizás todo sea una mera especulación y no pase de ser solo una mera especulación.

La primera vuelta   ha degenerado en un temblor social en el que vemos resurgir las diferencias como detonador de insultos y ofensas.  Unos critican a otros acerca de su elección, culpándose del desenlace de la primera vuelta y de la actual situación de inseguridad. Se está viendo recientemente la agresión física y sistemática sin el respeto absoluto por las ideas de cada ciudadano. Inclusive se está agrediendo a los mismos candidatos como es el caso de Keiko Fujimori. Muchos, en señal de protesta, dicen defender la democracia declarando que viciaran su voto en la segunda vuelta.  No obstante, ¿son realmente defensores de la democracia?  ¿Es democrático el viciar un voto?


Creo que la pasión y el miedo concebidos tras estos comicios electorales han distorsionado el concepto que tenemos acerca de la democracia.  Aquellos que aceptamos vivir en una democracia debemos conformarnos con lo que ésta protege y señala, incluso con los resultados de las elecciones que se basan en la decisión de las mayorías que, nos guste o no, serán finalmente las que “ganen” una elección. Ha salido recientemente a proponer -CON LA CONCHA MÁS GRANDE DEL MUNDO- Fernando Olivera, aquel político que  alimentó su carrera política a base de oposición y que luego de que su partido llegara al poder, poco y nada realizó como ministro y cargos que tuvo. Ni el propio Alejandro Toledo lo quiere ver ahora. Este señor está promoviendo el VOTO VICIADO, para según él DECLARAR NULA LAS ELECCIONES. “Si todos creemos en el voto democrático y así lo expresamos en la primera vuelta, ratifiquemos eso votando viciado o en blanco, pues podría haber una nueva elección y si no la hay, el nuevo gobernante tendrá una tarjeta amarilla bien grande, que le hará decir ‘la legitimidad de mi elección me la voy a tener que ganar’, agregó finalmente el tristemente apodado "Popy". Quienes hacen esto no pueden llamarse democráticos, puesto que no están dispuestos a conformarse con los resultados de una elección del todo legítima. Quien decide viciar su voto por un resentimiento, y no por una razón objetiva, está actuando como un niño que no come su almuerzo porque no hicieron lo que le gusta, sin saber que el no comer puede afectar su rendimiento en el colegio.


Arturo Revoredo, jefe de la Oficina de Normativa Partidaria y Regulación de Finanzas de la ONPE, indicó que “la Ley Orgánica de Elecciones señala que si los votos nulos o en blanco sumados superan los dos tercios del total de votos válidos se anula la elección”. Tengo entendido estimados resentidos que esto es casi imposible que suceda, sin embargo si fuera así, se estaría convocando a una nueva elección presidencial entre los dos postulantes y lo único que se conseguiría sería más gasto para el país o un posible golpe de estado.
 
Y para terminar mis queridos desdichados, si todavía abrazan la esperanza de anular el proceso electoral impulsando el voto en blanco y nulo, tendrían que reconocer que la fijación de dicha valla electoral lo dicta la Constitución Política (2/3 de los votos emitidos deben ser votos entre blancos y nulos), el cual representa aproximadamente más de 11 MILLONES 140 MIL VOTOS !!!. Cómo la ven mis ciegos...? Para ello, tendrían que desarrollar una sistemática campaña política que tienda además, a reducir a más de un tercio el número de votos que han obtenido (en primera vuelta) tanto de Ollanta Humala como de Keiko Fujimori; el cual equivale más de 2 MILLONES 500 MIL VOTOS. Lograr esto, resulta imposible, porque cada uno ha conglomerado su propia base electoral.

Ambas metas, resultan inalcanzables. Mas aún, cuando los resultados de la primera encuesta de Ipsos Apoyo señala que mayoritariamente la gente prefiere votar por uno de ellos que votar en blanco o viciar su voto. Además mis estimados descerebrados, los resultados de las últimas encuestas están indicando  que cada vez la tendencia baja en el porcentaje de votos de indecisos y en blanco.

La Democracia es así, no existe espacio para los "berrinches" mis queridos indecisos
El Inspector Ardilla

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