REGRESANDO DEL VIAJE
Reflexiones
Regresando a casa luego del último viaje que hemos tenido los Maristas Boys, me puse a pensar de todas las experiencias similares que los integrantes de la promoción hemos experimentado desde el 2003, año que marca una gran diferencia en nuestro andar como grupo. En noviembre de ese año, tuvimos la oportunidad de visitar Huarochirí -provincia de Lima- al lugar denominado Barbablanca. Alli instalamos un campamento que fue muy divertido y que marcó el inicio de nuestra preocupación por compartir con los amigos, agradables momentos fuera de Lima. En aquella oportunidad participaron mas de veinte de nosotros y tuvimos la compañía de Pablo Duque y Juan Borea, dos ex-profesores amigos que nos siguen en la mayoría de actividades que organizamos. Ese año cumplíamos 25 años de egresados del colegio y fue un año de mucha acción dentro de nuestra promoción, eran nuestras Bodas de Plata
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Desde ese entonces, hemos hecho bien en organizar algún paseo o viaje fuera de Lima Metropolitana y la verdad que somos constantes en el andar juntos por distintos lugares de nuestro hermoso país. Si bien es cierto el entusiasmo de algunos ya no es el mismo, lo venimos haciendo con mucha frecuencia. Es un grupo que ya está presente casi siempre en nuestros viajes, sin embargo hacemos votos para que éste crezca.
El viaje que hemos tenido al departamento de Ancash, nos ha servido para comprobar el calibre y la verdadera forma de nuestra amistad. Para que exista amistad no es necesario un lazo de sangre ni que un contrato formal sea celebrado. La amistad es un vínculo frágil en el que las partes asumen un compromiso tácito en el que el respeto y la confianza son la sutil estructura sobre la que se construye la comunicación. Después de este fin de semana, somos mas tolerantes, más confidentes, más solidarios, mas hermanos. Tanto ha sido el efecto de esta experiencia, que he recibido más de una llamada telefónica o correo electrónico preguntando que te pareció el paseo o para agradecer por el tiempo compartido. Este fenómeno creo que empezó en el viaje a Tarma hace dos años atrás, y esto demuestra que el vínculo crece, y eso está muy bien, ya que uno de los objetivos de nuestro grupo es justamente ese.
Los amigos se necesitan entre sí justamente porque no se necesitan. Esta es la desinteresada paradoja que pone en evidencia la autenticidad de una amistad. La fragilidad deja traslucir una secreta fortaleza que solamente se configura cuando en perfecto equilibrio, libertad y generosidad habilitan la serena dimensión en la que los verdaderos amigos pueden descubrirse mutuamente. El sentirse libre significa haber alcanzado la independencia interior, aunque sea por unas horas al lado de los amigos. Ahora escribiendo estas líneas, me doy cuenta que dejar todo aquello y volver al "mundo cruel" significa tomar nuevamente las riendas de nuestras vidas y los deberes como hombre, sin embargo ese encontrarse con uno mismo y con los que estimas y quieres, significó una catarsis que nos fortalece como personas.
Nuestro viaje anual, debe contemplar esa misión -las jornadas deportivas, paseos, campamentos, cenas y reuniones varias, también- y creemos que los demás integrantes de la promoción deben de unirse al grupo. No permitas que te lo cuenten, ver solo fotos y videos. Existe la posibilidad que participar con nosotros de un agradable fin de semana, y que este episodio sea un capítulo importante en la historia de tu vida al lado de los amigos de toda la vida.
Gracias amigos por permitirme compartir de esos momentos
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