ICA Y PISCO: A UN AÑO DEL TERREMOTO
Es muy desagradable creo yo evocar las cosas malas que nos pasan, las tragedias que experimentamos en nuestras vidas. Pero también creo que podemos recordar sucesos trágicos como el terromoto del año pasado en el sur del país, para contemplar que hasta ahora la situación de los damnificados y la reconstrucción de los pueblos comprometidos no se ha dado. Es menester pues nuestro, el de desarrollar un análisis y reflexión sobre una situación que se puede repetir y que no nos puede suceder encontrándonos desprevenidos.
Se habló que en 6 meses a mas tardar Ica y Pisco volverían a estar de pie nuevamente. Con bombos y platillos el gobierno dijo que empredería la reconstrucción de manera eficaz y desburocratizando la ayuda que siempre llega de dentro y fuera del país. Todo lo ofrecido no se ha cumplido.
Un año después del terremoto que dejó 595 muertos, 1.800 de heridos, 76.000 viviendas totalmente destruidas e inhabitables y cientos de miles de damnificados, la ONG Ayuda en Acción denuncia la "falta de compromiso" del Gobierno peruano, en las tareas de reconstrucción de las ciudades más afectadas, como es el caso de Pisco. Muchas otras organizaciones ven desde fuera la lentitud y la ineficacia de las autoridades peruanas hacia nosotros mismos, con mucho desgano.
Me acuerdo que cuando en el blog publicamos la noticia, muchos nos escribieron de otras partes del mundo para saber como estábamos y como podían ayudar. Con resultados y balances tan mediocres, la verdad que a cualquiera lo desmoralizan. Cómo es posible que las cosas sigan muy similares que en 12 meses. Nuestro enviado Julián antezana ha ido a la zona del desastre y nos traerá material fotográfico sobre la actual situación de Chincha y alrededores.
Cómo hace un año, existe mucho miedo y desesperanza. La indignación de los pueblos se está manifestando cada día que pasa y para hoy se tiene organizado una serie de protestas contra lo que consideran desatención del gobierno. Más de 60 organizaciones sociales de la región de Ica preparan un paro general y marchas de protesta, mientras el presidente Alan García sostiene que es injusta la afirmación de los damnificados de que el gobierno ha hecho poco o nada por ellos.
El descontento en los territorios afectados es tal, que el presidente del Comité de Lucha de Pisco y sindicalista lugareño, Teódulo Hernández, dijo que la situación es tranquila, pero la población puede estallar ante cualquier provocación gubernamental. El Presidente García asegura que el gobierno ha destinado más de 400 millones de dólares para la reconstrucción, principalmente de hospitales y escuelas, aunque reconoce que la reconstrucción debió avanzar con mayor celeridad. El ministro del sector por su parte asegura que se ha avanzado en la reconstrucción el 50%, pero eso es una mentira.
El gobierno admite no estar en condiciones de construir tan alto número de viviendas, tarea que ha dejado en manos de proyectos privados y, principalmente, de iniciativas individuales, para lo cual hay un subsidio oficial de más de dos mil dólares por familia propietaria. Entonces, señor García, antes de organizar y que el Perú sea sede de esas reuniones cumbres que se estan dando este año, se debió primero en solucionar lo más importante como es el de devolverle la sonrisa a cientos de miles de peruanos que lo han perdido todo. No maquillemos la situación ante el mundo. Lo primero es lo primero. Aprendamos de ciudades como Kobe en Japón o de San Francisco en Estados Unidos, que recibieron terremotos mas desvastadores pero que sus gobiernos locales y estatales supieron orientar eficientemente la ayuda y crearon desde un principio un sistema de prevención para cunado estos desastres aparecen.
Parece que no hemos aprendido la lección, estamos acostumbrados a trabajar al final, a ultimo momento. Durante mas de 10 meses el sur estuvo esperando, en estos dos últimos meses recién el trabajo se ha intensificado y en el colmo de la desfachatatez se pretende maquillar la situación con la edificación de muros y con la entrega de módulos de vivienda que mas parecen casitas para muñecas.
El descontento, que coincide con una caída severa del respaldo al presidente en las encuestas, se extiende a Lima, donde 44 por ciento cree que la actuación del gobierno ante la catástrofe ha sido mala o muy mala. El malestar social se expresó esta semana en abucheos al presidente García en una visita relámpago a Pisco, y el mandatario lanzó ataques contra los damnificados de esa ciudad que prendieron fuego a prendas de ropa usada en mal estado, repartidas por la policía.
El sismo, por otra parte, puso en evidencia las limitaciones de Ica como vitrina del alegado éxito del modelo neoliberal, por el auge de la agroexportación privada en la zona, ya que ese territorio no tenía siquiera un hospital adecuado.
Esperemos pues el informe de Julián Antezana con todo lo que se está haciendo y no se está haciendo en la zona del terremoto del año pasado. Recordemos que como promoción nos pusimos de pie y fuimos a colaborar de manera asistencial con nuestro granito de arena. Muchas sociedades, entidades privadas y grupos de personas, hicieron lo mismo. Ahora al ver que en el lapso de un año la situación casi es la misma, nos llena de gran indignación.
Paco Cárdenas Linares
Es muy desagradable creo yo evocar las cosas malas que nos pasan, las tragedias que experimentamos en nuestras vidas. Pero también creo que podemos recordar sucesos trágicos como el terromoto del año pasado en el sur del país, para contemplar que hasta ahora la situación de los damnificados y la reconstrucción de los pueblos comprometidos no se ha dado. Es menester pues nuestro, el de desarrollar un análisis y reflexión sobre una situación que se puede repetir y que no nos puede suceder encontrándonos desprevenidos.
Se habló que en 6 meses a mas tardar Ica y Pisco volverían a estar de pie nuevamente. Con bombos y platillos el gobierno dijo que empredería la reconstrucción de manera eficaz y desburocratizando la ayuda que siempre llega de dentro y fuera del país. Todo lo ofrecido no se ha cumplido.
Un año después del terremoto que dejó 595 muertos, 1.800 de heridos, 76.000 viviendas totalmente destruidas e inhabitables y cientos de miles de damnificados, la ONG Ayuda en Acción denuncia la "falta de compromiso" del Gobierno peruano, en las tareas de reconstrucción de las ciudades más afectadas, como es el caso de Pisco. Muchas otras organizaciones ven desde fuera la lentitud y la ineficacia de las autoridades peruanas hacia nosotros mismos, con mucho desgano.
Me acuerdo que cuando en el blog publicamos la noticia, muchos nos escribieron de otras partes del mundo para saber como estábamos y como podían ayudar. Con resultados y balances tan mediocres, la verdad que a cualquiera lo desmoralizan. Cómo es posible que las cosas sigan muy similares que en 12 meses. Nuestro enviado Julián antezana ha ido a la zona del desastre y nos traerá material fotográfico sobre la actual situación de Chincha y alrededores.
Cómo hace un año, existe mucho miedo y desesperanza. La indignación de los pueblos se está manifestando cada día que pasa y para hoy se tiene organizado una serie de protestas contra lo que consideran desatención del gobierno. Más de 60 organizaciones sociales de la región de Ica preparan un paro general y marchas de protesta, mientras el presidente Alan García sostiene que es injusta la afirmación de los damnificados de que el gobierno ha hecho poco o nada por ellos.
El descontento en los territorios afectados es tal, que el presidente del Comité de Lucha de Pisco y sindicalista lugareño, Teódulo Hernández, dijo que la situación es tranquila, pero la población puede estallar ante cualquier provocación gubernamental. El Presidente García asegura que el gobierno ha destinado más de 400 millones de dólares para la reconstrucción, principalmente de hospitales y escuelas, aunque reconoce que la reconstrucción debió avanzar con mayor celeridad. El ministro del sector por su parte asegura que se ha avanzado en la reconstrucción el 50%, pero eso es una mentira.
El gobierno admite no estar en condiciones de construir tan alto número de viviendas, tarea que ha dejado en manos de proyectos privados y, principalmente, de iniciativas individuales, para lo cual hay un subsidio oficial de más de dos mil dólares por familia propietaria. Entonces, señor García, antes de organizar y que el Perú sea sede de esas reuniones cumbres que se estan dando este año, se debió primero en solucionar lo más importante como es el de devolverle la sonrisa a cientos de miles de peruanos que lo han perdido todo. No maquillemos la situación ante el mundo. Lo primero es lo primero. Aprendamos de ciudades como Kobe en Japón o de San Francisco en Estados Unidos, que recibieron terremotos mas desvastadores pero que sus gobiernos locales y estatales supieron orientar eficientemente la ayuda y crearon desde un principio un sistema de prevención para cunado estos desastres aparecen.
Parece que no hemos aprendido la lección, estamos acostumbrados a trabajar al final, a ultimo momento. Durante mas de 10 meses el sur estuvo esperando, en estos dos últimos meses recién el trabajo se ha intensificado y en el colmo de la desfachatatez se pretende maquillar la situación con la edificación de muros y con la entrega de módulos de vivienda que mas parecen casitas para muñecas.
El descontento, que coincide con una caída severa del respaldo al presidente en las encuestas, se extiende a Lima, donde 44 por ciento cree que la actuación del gobierno ante la catástrofe ha sido mala o muy mala. El malestar social se expresó esta semana en abucheos al presidente García en una visita relámpago a Pisco, y el mandatario lanzó ataques contra los damnificados de esa ciudad que prendieron fuego a prendas de ropa usada en mal estado, repartidas por la policía.
El sismo, por otra parte, puso en evidencia las limitaciones de Ica como vitrina del alegado éxito del modelo neoliberal, por el auge de la agroexportación privada en la zona, ya que ese territorio no tenía siquiera un hospital adecuado.
Esperemos pues el informe de Julián Antezana con todo lo que se está haciendo y no se está haciendo en la zona del terremoto del año pasado. Recordemos que como promoción nos pusimos de pie y fuimos a colaborar de manera asistencial con nuestro granito de arena. Muchas sociedades, entidades privadas y grupos de personas, hicieron lo mismo. Ahora al ver que en el lapso de un año la situación casi es la misma, nos llena de gran indignación.
Paco Cárdenas Linares
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