lunes, 4 de agosto de 2008


PENSANDO LA PATRIA EN UNA TARDE DE INVIERNO

Tenía la intención de escribir un conjunto de reflexiones acerca del significado de “patria” como constructo socio-histórico. El momento lo ameritaba al estar muy frescas las celebraciones por el aniversario de la independencia nacional que, como todos sabemos, abrió el camino a la fundación del Estado peruano y del régimen político republicano. Mi intención era proponer una mirada reflexiva y crítica sobre el tema y sobre lo que algunos postulan hoy como la necesidad de refundación de la república.

Había pensado –en el sentido de “Saboreando el camino, confesando la vida”- hacer referencias a nuestras vivencias para, desde allí, organizar la reflexión sobre estos asuntos. Por ejemplo, me pareció interesante reparar en lo singular de nuestro proceso escolar de formación del sentido de “patria”, en el Maristas San Juan, considerando nuestra temprana y estrecha vinculación con “el mundo global” mediante la activa presencia de hermanos y maestros de nacionalidad española y chilena que portaban sus propias experiencias personales, históricas, culturales, sociales, políticas, religiosas, etc. (¡nada menos que españoles y chilenos!). No hay dudas de que este hecho contribuyó a fomentar una mirada más abierta e internacionalista de nuestra historia como país, sin por ello dejar de aprender a amar a la patria, asumida ésta última como la gran “promesa” por realizar según los términos de Basadre.

Esta era la intención planeada para la presente entrega y, sin embargo, lo planificado se desvaneció en el aire cuando me puse a escuchar música y a leer poesía vinculadas con el tema y, más aún, cuando se me encargó hacer un discurso alusivo a la fecha en una entidad de educación superior en la que me desempeño como docente. Lo planificado se desvaneció en el aire. Y, entonces, sentado frente al computador empecé a escribir poesía para esta columna del blog electrónico, dando así nacimiento, en esta tarde de invierno, a un pequeño poema que les alcanzo con las manos abiertas. Quizás sea mucho mejor que las cosas hayan resultado así.

Que mañana y los siguientes días sean buen tiempo para vivir.

LA PATRIA ES UNA PROMESA
La patria es una promesa
de jazmines y cantutas.
Es nido de gorriones
que al atardecer salen a buscar en vano
su unicornio azul, en un dulce ritual
que lleva ciento ochenta y siete julios.
Es un álbum abierto
con imágenes sepia diluidas,
borroneadas, sobre escritas, incompletas…

Es el tejido de Penélope
que la noche deshace a pasos rápidos,
pero que el día se encarga
de volver a enredar musicalmente,
como cuando dos amantes plenos, entregados,
hacen el amor al ritmo del viento suave de primavera.
La patria es la tierra
con ganas de cabalgar perpetuamente alegre,
sudorosa, vital, enteramente refundada,
libre de ataduras, de pesares, de exilios.
La patria es una promesade jazmines y cantutas.

Daniel Zevallos Chávez

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